►Distribuidor del Sur: Cruz de Tejeda - Llanos del Garañón
►Distribuidor del Sureste: El Corral de Los Juncos - Caldera de Los Marteles
►Sendero VIII: Siete Fuentes - Vega de San Mateo
►Sendero IX: Caldera de Los Marteles - Valsequillo
►Sendero X: La Calderilla - Santa Lucía
►Sendero XI: Llanos del Garañón - Maspalomas
►Sendero XII: Encrucijada del Roque Nublo
►Sendero XIII: Degollada de la Cumbre - Mogán
►Sendero XIV: Circuito de la Caldera de Tejeda
►Sendero XV: Camino de las Presas
►Sendero XVI: Caldera de Bandama
Distribuidor del Sur:
Cruz de Tejeda - Llanos del Garañón
Ficha Técnica
Longitud total / duración de la marcha: 5,1 kilómetros / 2 horas, 30 minutos
Desnivel origen / destino: 190 metros
Desnivel máximo: 190 metros.
Pendiente:
media: 9 grados
mínima: 2 grado
máxima: 17 grados
Firme:
sendero: 3,5 kilómetros
pista: 0,8 kilómetros
asfalto: 0,8 kilómetros
Dificultad: baja
Precauciones: nieblas y nieve ocasional en invierno.
Descripción General
Este distribuidor parte como sendero de la Cruz de Tejeda, y sube por el lomo que conduce al Morro de la Armonía, también llamado Montaña de la Almagria, bordeándolo por su vertiente occidental mediante una pista. Luego desciende hacia la carretera que conduce desde la Cruz de Tejeda hacia los Llanos de la Pez, en las cercanías del Alto de Las Arenas. Más adelante, en la Degollada de Los Molinos, se recupera el sendero para rodear la margen izquierda de la Montaña de La Huerta, llegando hasta la Degollada de Las Palomas, espléndido mirador de la Cuenca de Tejeda. El sendero atraviesa después un pequeño lomo hasta la Degollada de La Cumbre, donde se une con el Sendero XIII (Degollada de la Cumbre - Mogán). Desde este punto comienza el ascenso a la Montaña del Andén del Toro, con amplias panorámicas de La Culata y del Roque Nublo, hasta llegar al Corral de los Juncos, desde donde parte el Distribuidor del Sureste: Corral de los Juncos - Caldera de Los Marteles. Desde aquí se sigue el sendero hasta el Campamento del Garañón, atravesando los Llanos de la Pez, punto final de la ruta donde comienza a su vez el Sendero XI (Llanos del Garañón - Maspalomas) y el tramo A, Llanos del Garañón - La Goleta, del Sendero XII (Encrucijada del Roque Nublo).
La variedad de materiales sobre los que discurre abarca brechas y coladas del ciclo Roque Nublo en el inicio, y lavas y conos Post-Roque Nublo, incluyendo el volcán reciente de Las Arenas. Como indican los numerosos topónimos, este sendero, que discurre por el borde oriental de la impresionante Caldera de Tejeda, atraviesa lomos y degolladas para, en la parte final, pasar sobre los escarpes de los Andenes del Toro.
Domina un clima templado, con ciertos rasgos de continentalidad, un elevado contraste térmico estacional y considerable amplitud térmica diurna. Al orientarse hacia el Oeste, que frecuentemente al abrigo de las masas húmedas del alisio. Las temperaturas son suaves, y las precipitaciones, que rondan los 750 mm. de media anual, muy irregulares y torrenciales, con presencia ocasional de nieve en invierno.
La vegetación está representada por pinos canarios, castaños y un sotobosque de retama, escobón y codeso, encontrándose ya en los Llanos de La Pez grandes zonas cultivadas, principalmente de manzaneros.
Distribuidor del Sureste:
El Corral de Los Juncos - Caldera de Los Marteles
Ficha Técnica
Longitud total / duración de la marcha: 10,2 kilómetros / 3 horas
Desnivel origen / destino: 177 metros
Desnivel máximo: 328 metros.
Pendiente:
media: 7 grados
mínima: 1 grado
máxima: 13 grados
Firme:
sendero: 0,8 kilómetros
pista: 0,2 kilómetros
asfalto: 9,2 kilómetros
Dificultad: baja
Precauciones: cruces de carrereras y nieve ocasional en invierno.
Descripción General
Este distribuidor parte del Corral de los Juncos, donde se une con el Distribuidor del Sur (Cruz de Tejeda - Llanos del Garañón). El camino va en ligero ascenso hasta cerca de la Meseta del Cuervo, primero por sendero, luego por pista y, finalmente, sobre asfalto. De él parten, a la altura de Siete Fuentes, el Sendero VIII (Siete Fuentes - Vega de San Mateo); en las proximidades de la Calderilla, el Sendero X (La Calderilla - Santa Lucía), y, finalmente, en la vertiente norte de la Caldera de Los Marteles, el Sendero IX (Caldera de Los Marteles - Valsequillo).
La vegetación es abundante en todo el trayecto, con predominio de pinar. El sotobosque está compuesto por retama, codeso y gamona, fundamentalmente. Cuando el pinar se hace más ralo, aparecen espacios cultivados y algunas viviendas, como en el Corral de Los Juncos, La Calderilla o en las cercanías de la Caldera de Los Marteles. Son frecuentes los frutales, en especial manzaneros y castaños, y los escobones, las magarzas, la salvia blanca, la altabaca y los helechos.
Discurre el camino sobre rocas de naturaleza basáltica del ciclo Post-Roque Nublo, a lo largo de la mayor parte del recorrido, excepto en algunos trechos cortos que transcurren sobre lavas o conos volcánicos recientes. Destaca el aparato volcánico de la Caldera de Los Marteles, en la cabecera misma del Barranco de Guayadeque, en las estribaciones de la Cumbre Oriental. Se trata de un cráter de planta circular, con un diámetro aproximado de 550 metros y un perímetro de 1,8 kilómetros. La base se sitúa en la cota de 1.459 metros sobre el mar, elevándose las paredes un promedio de 80 metros. El fondo, plano, lo rellenaron los aluviones del Barranco de Madrelagua, que quedó cerrado al aparecer el volcán. Durante la erupción, las aguas de este barranco accedieron a la cámara magmática, provocando violentas erupciones. De hecho, constituye una estructura tipo maar, al igual que La Calderilla, apenas a un kilómetro al Noroeste. Ambos edificios surgieron de forma sincrónica, en época muy reciente del Cuaternario (Ciclo Reciente Superior).
El distribuidor recorre de Oeste a Este la margen septentrional de la cumbre central de Gran Canaria, por lo que la capa de inversión térmica del alisio suele afectarle. Las precipitaciones están en torno a los 700 mm. al año. La amplitud térmica, tanto diaria como anual, es elevada. En los meses invernales, además de las lluvias, puede nevar ocasionalmente.
A lo largo de todo el recorrido se divisa el Pico de Las Nieves, el punto más elevado de la Isla, y roques como el Redondo, el del Saucillo y el Grande. Son numerosas, además, las panorámicas sobre el Noreste y Centro de la Isla.
La zona ha experimentado un profundo cambio de uso, pues, en apenas treinta años, pasó del pastoreo intensivo a la repoblación forestal, a consecuencia de la aplicación de leyes proteccionistas.
Sendero
Sendero 8:
Siete Fuentes - Vega de San Mateo
Ficha Técnica
Longitud total / duración de la marcha: 8,4 kilómetros / 3 horas, 30 minutos
Desnivel origen / destino: 988 metros
Desnivel máximo: 988 metros
Pendiente:
media: 5 grados
mínima: 2 grados
máxima: 8 grados
Firme:
sendero: 3,3 kilómetros
pista: 2,4 kilómetros
asfalto: 2,7 kilómetros
Dificultad: baja
Precauciones: firme resbaladizo, nieve ocasional en invierno y cruces de carreteras.
Descripción General
Parte de la carretera de Cazadores, junto al Monte de Siete Fuentes, así llamado porque allí nacen las aguas de la zona. Geológicamente se inscribe en la denominada Neocanaria: los materiales dominantes son lavas y piroclastos basálticos Post-Roque Nublo, y brechas, lavas y piroclastos Roque Nublo. Es zona de volcanes y de materiales intrusivos que dan lugar a roques (Cruz de Saucillo y Roque del Saucillo). En la ruta se reconocen las diversas morfologías del volcanismo reciente de la Isla: los conos de picón y las laderas aparecen constantemente, y van del negro azabache al rojo bermejo. En la cabecera alta del Guiniguada se distinguen con claridad varios edificios volcánicos relativamente bien conservados, alineados según determinadas directrices estructurales: los volcanes de la Montaña de Las Arenas, de Camareta, la Montaña Cordero, la Caldera de La Lechucilla, de La Asomada o Montaña de Troya, la Montaña Cabreja y La Bodeguilla, entre otros. Los fenómenos erosivos también son significativos, sobre todo en la parte alta del camino, donde las aguas excavaron calderas como la Hoya del Gamonal y la Hoya de Camaretas que, junto a Las Lagunetas, conforman la cabecera del Barranco de Guiniguada.
El clima es el propio de las medianías altas del noreste. El acusado desnivel origina un contraste climático marcado, con una elevada amplitud térmica y una disminución de las precipitaciones a medida que se desciende: 950 mm. en la cumbre y 550 mm. en San Mateo. Las temperaturas son moderadas en verano y bajas en invierno, acompañadas ocasionalmente de nevadas. La humedad relativa es alta, con frecuentes nieblas asociadas al mar de nubes e importante reducción de la visibilidad. El terreno suele estar húmedo, lo que da cierto grado de peligrosidad.
La vegetación natural es escasa, a resultas de la intensa antropización. Domina el pinar de repoblación en la parte alta, con sotobosque de retamas, codesos, escobones, gamonas y helechos. Destacan, como endemismos, la flor de mayo leñosa, la cruzadilla, el pastel de risco, la cañaleja y la oreja de ratón. Se cultivan frutales, papas, millo, vides y hortalizas, concentradas en las zonas deprimidas y de terrenos más llanos de la Hoya del Gamonal y la Vega de San Mateo. La abundancia de manantiales la convirtió en zona de captación de aguas para el abasto de Las Palmas de Gran Canaria, hacia la que se transportaba mediante acequias y canales. A principios de siglo, los ingleses llevaron a Siete Fuentes y Camaretas las técnicas de los pozos verticales. En Camaretas y en la Hoya del Gamonal, la compañía inglesa que suministró a la capital de la Isla estableció las captaciones de los caudales, que se llevaban al depósito del Llano de Las Brujas (el popular "Tanque de los ingleses"), por debajo de la fábrica de La Tropical, en las cercanías de Las Palmas de Gran Canaria. También son frecuentes los embalses. Tienen gran valor los caseríos tradicionales de El Lomito Blanco, Hoya del Gamonal y de la Casa de los Ingleses, más moderna, relacionada con la captación de aguas.
Este camino era utilizado en el pasado por los campesinos como vía de acceso a la cumbre, donde cultivaban fundamentalmente cereales. Era, además, el camino seguido por los peregrinos para asistir a las fiestas de Santiago Apóstol en Tunte, mientras, en sentido contrario, los habitantes de Tunte transportaban los productos de la tierra al mercado de San Mateo, donde adquirían productos manufacturados.
Descripción del recorrido
Tramo VIII-A: Siete Fuentes - Casa de los Ingleses
(2,4 kilómetros / 1 hora, 15 minutos)
Se inicia junto a la señal de carretera del Monte de Cuevas Blancas, Calderilla Chica y Siete Fuentes, en la Degollada de la Capellanía. El pinar joven de repoblación ocupa antiguos pastizales. En él penetra una pequeña pista forestal de 370 metros de longitud, atajada por el sendero en unos 45 metros. En estos primeros pasos, los cataños conviven con el pinar. A continuación, se desciende por un área intensamente explotada hasta los años sesenta, con abundantes terrazas de cultivo, frutales y canalizaciones de agua hacia las medianías bajas, lo que ha forzado bastante el abandono de las tareas agrícolas y el desarrollo de un matorral de sustitución en el que dominan retamas, codesos, magarzas, alhelíes y salvia blanca.
La panorámica desde la cabecera de la Cañada de Siete Fuentes es espectacular. A la derecha, la Cruz y el Roque del Saucillo, monumentos naturales emblemáticos de esta parte de las medianías, y una amplia perspectiva de la Hoya del Gamonal. Aquí las especies vegetales más representativas son castaños, góngaros, pasteles de risco, morgallana y ortigas, además de codesos, maljuradas y distintas variedades de verodes.
A medida que el camino desciende por la vertiente oriental de Hoya del Gamonal, aumenta la presencia de pequeñas parcelas de cultivo en las cercanías del caserío tradicional de El Lomito Blanco, que posee bellas muestras de arquitectura rural canaria. La vegetación la dominan cañalejas, tomillo y salvia blanca.
En el Lomito Blanco, el camino toma una pequeña pista vecinal, que abandona a los 280 metros para coger a la izquierda, atravesar un pequeño bosquete de pinos y cruzar el barranco hasta otra pista cercana a la Casa de los Ingleses. Hay un eucaliptal con algunos laureles, relictos del antiguo bosque de laurisilva de esta zona de umbría.
La pendiente media es de 4 grados, bastante moderada, dado que se desciende desde los 1.824 metros, en el inicio del camino en La Cumbre, a los 1.380 metros en la Casa de los Ingleses, salvando un desnivel de 444 metros. El tramo tiene entidad propia, pues permite apreciar la riqueza paisajística de este importante ecosistema de la Hoya del Gamonal. La simbiosis hombre-medio se aprecia en toda su grandeza y constituye buen ejemplo de adaptación humana, de aprovechamiento racional de los recursos que la naturaleza ofrece.
Tramo VIII-B: Casa de los Ingleses - Lomo de los Torraeros.
(2,6 kilómetros / 1 hora, 15 minutos)
A partir de la Casa de los Ingleses, el paisaje de la Hoya se halla más humanizado. El camino discurre a través de una pista de 1.150 metros de longitud, que une La Lechuza con El Gamonal y que lleva hasta la antigua escuela unitaria de Camaretas, situada en la Degollada de Biliandra, que fuera, en tiempos, descansadero de los ganados al paso. El pinar, con un sotobosque de escobones y tabaibas principalmente, acompaña al caminante.
A la derecha de Biliandra arranca la pista del Barranco de la Higuera (también denominado de Los Viñátigos). A 360 metros vuelve a tomarse el sendero, que desciende por el Lomo de Los Torraeros, lugar de pastoreo donde se da también el vultivo de la vid, hasta conectar con la carretera de San Mateo a Gamonal, a los 1.050 metros de sendero. El trayecto ofrece buenas panorámicas del Barranco de Los Viñátigos, de La Lechucilla y la Montaña de las Arenas, a la derecha. A la izquierda, el barrio de La Lechuza y al fondo la Montaña de Troya, mordida en su base oriental por la extracción de áridos. El pinar de repoblación continúa predominando entre cañalejas y verodes. La pendiente media del tramo es sólo de 3 grados.
Tramo VIII-C: Lomo de los Torraeros - Vega de San Mateo
(3,4 kilómetros / 1 hora)
Por último, la combinación de pequeños atajos y algunos tramos de pista y carretera conduce desde el Lomo de los Torraeros a la Vega de San Mateo, atravesando los barrios de La Asomada y La Palmas.
El camino, a lo largo de 860 metros, discurre por la carretera que sigue la divisoria de los barrios de La Lechuza y La Lechucilla, el Lomo de Los Ingleses, hacia la ladera occidental de la Montaña de Troya. En la margen derecha de la carretera abundan las vides y rodales de castaños. A continuación, un sendero de 285 metros conecta con una pista asfaltada a la altura de La Asomada, desde donde se enlaza con la carretera que une San Mateo con Valsequillo. La sucesión de tramos de pista que cortan la carretera conduce a la iglesia de la Vega de San Mateo, punto final del camino, tras recorrer aproximadamente 2,2 kilómetros.
A partir de La Lechuza el aprovechamiento de la riqueza agrológica es mayor, aunque se nota la disminución constante de los usos agrarios y ganaderos, tradicionales en La Vega. Aparecen numerosas edificaciones de nueva planta, en forma de viviendas aisladas, que ocupan en muchas ocasiones los suelos más fértiles. La pendiente media de este último tramo es de 4 grados.
Sendero VIII:
Siete Fuentes - Vega de San Mateo
Ficha Técnica
Longitud total / duración de la marcha: 8,4 kilómetros / 3 horas, 30 minutos
Desnivel origen / destino: 988 metros
Desnivel máximo: 988 metros
Pendiente:
media: 5 grados
mínima: 2 grados
máxima: 8 grados
Firme:
sendero: 3,3 kilómetros
pista: 2,4 kilómetros
asfalto: 2,7 kilómetros
Dificultad: baja
Precauciones: firme resbaladizo, nieve ocasional en invierno y cruces de carreteras.
Descripción General
Parte de la carretera de Cazadores, junto al Monte de Siete Fuentes, así llamado porque allí nacen las aguas de la zona. Geológicamente se inscribe en la denominada Neocanaria: los materiales dominantes son lavas y piroclastos basálticos Post-Roque Nublo, y brechas, lavas y piroclastos Roque Nublo. Es zona de volcanes y de materiales intrusivos que dan lugar a roques (Cruz de Saucillo y Roque del Saucillo). En la ruta se reconocen las diversas morfologías del volcanismo reciente de la Isla: los conos de picón y las laderas aparecen constantemente, y van del negro azabache al rojo bermejo. En la cabecera alta del Guiniguada se distinguen con claridad varios edificios volcánicos relativamente bien conservados, alineados según determinadas directrices estructurales: los volcanes de la Montaña de Las Arenas, de Camareta, la Montaña Cordero, la Caldera de La Lechucilla, de La Asomada o Montaña de Troya, la Montaña Cabreja y La Bodeguilla, entre otros. Los fenómenos erosivos también son significativos, sobre todo en la parte alta del camino, donde las aguas excavaron calderas como la Hoya del Gamonal y la Hoya de Camaretas que, junto a Las Lagunetas, conforman la cabecera del Barranco de Guiniguada.
El clima es el propio de las medianías altas del noreste. El acusado desnivel origina un contraste climático marcado, con una elevada amplitud térmica y una disminución de las precipitaciones a medida que se desciende: 950 mm. en la cumbre y 550 mm. en San Mateo. Las temperaturas son moderadas en verano y bajas en invierno, acompañadas ocasionalmente de nevadas. La humedad relativa es alta, con frecuentes nieblas asociadas al mar de nubes e importante reducción de la visibilidad. El terreno suele estar húmedo, lo que da cierto grado de peligrosidad.
La vegetación natural es escasa, a resultas de la intensa antropización. Domina el pinar de repoblación en la parte alta, con sotobosque de retamas, codesos, escobones, gamonas y helechos. Destacan, como endemismos, la flor de mayo leñosa, la cruzadilla, el pastel de risco, la cañaleja y la oreja de ratón. Se cultivan frutales, papas, millo, vides y hortalizas, concentradas en las zonas deprimidas y de terrenos más llanos de la Hoya del Gamonal y la Vega de San Mateo. La abundancia de manantiales la convirtió en zona de captación de aguas para el abasto de Las Palmas de Gran Canaria, hacia la que se transportaba mediante acequias y canales. A principios de siglo, los ingleses llevaron a Siete Fuentes y Camaretas las técnicas de los pozos verticales. En Camaretas y en la Hoya del Gamonal, la compañía inglesa que suministró a la capital de la Isla estableció las captaciones de los caudales, que se llevaban al depósito del Llano de Las Brujas (el popular "Tanque de los ingleses"), por debajo de la fábrica de La Tropical, en las cercanías de Las Palmas de Gran Canaria. También son frecuentes los embalses. Tienen gran valor los caseríos tradicionales de El Lomito Blanco, Hoya del Gamonal y de la Casa de los Ingleses, más moderna, relacionada con la captación de aguas.
Este camino era utilizado en el pasado por los campesinos como vía de acceso a la cumbre, donde cultivaban fundamentalmente cereales. Era, además, el camino seguido por los peregrinos para asistir a las fiestas de Santiago Apóstol en Tunte, mientras, en sentido contrario, los habitantes de Tunte transportaban los productos de la tierra al mercado de San Mateo, donde adquirían productos manufacturados.
Descripción del recorrido
Tramo VIII-A: Siete Fuentes - Casa de los Ingleses
(2,4 kilómetros / 1 hora, 15 minutos)
Se inicia junto a la señal de carretera del Monte de Cuevas Blancas, Calderilla Chica y Siete Fuentes, en la Degollada de la Capellanía. El pinar joven de repoblación ocupa antiguos pastizales. En él penetra una pequeña pista forestal de 370 metros de longitud, atajada por el sendero en unos 45 metros. En estos primeros pasos, los cataños conviven con el pinar. A continuación, se desciende por un área intensamente explotada hasta los años sesenta, con abundantes terrazas de cultivo, frutales y canalizaciones de agua hacia las medianías bajas, lo que ha forzado bastante el abandono de las tareas agrícolas y el desarrollo de un matorral de sustitución en el que dominan retamas, codesos, magarzas, alhelíes y salvia blanca.
La panorámica desde la cabecera de la Cañada de Siete Fuentes es espectacular. A la derecha, la Cruz y el Roque del Saucillo, monumentos naturales emblemáticos de esta parte de las medianías, y una amplia perspectiva de la Hoya del Gamonal. Aquí las especies vegetales más representativas son castaños, góngaros, pasteles de risco, morgallana y ortigas, además de codesos, maljuradas y distintas variedades de verodes.
A medida que el camino desciende por la vertiente oriental de Hoya del Gamonal, aumenta la presencia de pequeñas parcelas de cultivo en las cercanías del caserío tradicional de El Lomito Blanco, que posee bellas muestras de arquitectura rural canaria. La vegetación la dominan cañalejas, tomillo y salvia blanca.
En el Lomito Blanco, el camino toma una pequeña pista vecinal, que abandona a los 280 metros para coger a la izquierda, atravesar un pequeño bosquete de pinos y cruzar el barranco hasta otra pista cercana a la Casa de los Ingleses. Hay un eucaliptal con algunos laureles, relictos del antiguo bosque de laurisilva de esta zona de umbría.
La pendiente media es de 4 grados, bastante moderada, dado que se desciende desde los 1.824 metros, en el inicio del camino en La Cumbre, a los 1.380 metros en la Casa de los Ingleses, salvando un desnivel de 444 metros. El tramo tiene entidad propia, pues permite apreciar la riqueza paisajística de este importante ecosistema de la Hoya del Gamonal. La simbiosis hombre-medio se aprecia en toda su grandeza y constituye buen ejemplo de adaptación humana, de aprovechamiento racional de los recursos que la naturaleza ofrece.
Tramo VIII-B: Casa de los Ingleses - Lomo de los Torraeros.
(2,6 kilómetros / 1 hora, 15 minutos)
A partir de la Casa de los Ingleses, el paisaje de la Hoya se halla más humanizado. El camino discurre a través de una pista de 1.150 metros de longitud, que une La Lechuza con El Gamonal y que lleva hasta la antigua escuela unitaria de Camaretas, situada en la Degollada de Biliandra, que fuera, en tiempos, descansadero de los ganados al paso. El pinar, con un sotobosque de escobones y tabaibas principalmente, acompaña al caminante.
A la derecha de Biliandra arranca la pista del Barranco de la Higuera (también denominado de Los Viñátigos). A 360 metros vuelve a tomarse el sendero, que desciende por el Lomo de Los Torraeros, lugar de pastoreo donde se da también el vultivo de la vid, hasta conectar con la carretera de San Mateo a Gamonal, a los 1.050 metros de sendero. El trayecto ofrece buenas panorámicas del Barranco de Los Viñátigos, de La Lechucilla y la Montaña de las Arenas, a la derecha. A la izquierda, el barrio de La Lechuza y al fondo la Montaña de Troya, mordida en su base oriental por la extracción de áridos. El pinar de repoblación continúa predominando entre cañalejas y verodes. La pendiente media del tramo es sólo de 3 grados.
Tramo VIII-C: Lomo de los Torraeros - Vega de San Mateo
(3,4 kilómetros / 1 hora)
Por último, la combinación de pequeños atajos y algunos tramos de pista y carretera conduce desde el Lomo de los Torraeros a la Vega de San Mateo, atravesando los barrios de La Asomada y La Palmas.
El camino, a lo largo de 860 metros, discurre por la carretera que sigue la divisoria de los barrios de La Lechuza y La Lechucilla, el Lomo de Los Ingleses, hacia la ladera occidental de la Montaña de Troya. En la margen derecha de la carretera abundan las vides y rodales de castaños. A continuación, un sendero de 285 metros conecta con una pista asfaltada a la altura de La Asomada, desde donde se enlaza con la carretera que une San Mateo con Valsequillo. La sucesión de tramos de pista que cortan la carretera conduce a la iglesia de la Vega de San Mateo, punto final del camino, tras recorrer aproximadamente 2,2 kilómetros.
A partir de La Lechuza el aprovechamiento de la riqueza agrológica es mayor, aunque se nota la disminución constante de los usos agrarios y ganaderos, tradicionales en La Vega. Aparecen numerosas edificaciones de nueva planta, en forma de viviendas aisladas, que ocupan en muchas ocasiones los suelos más fértiles. La pendiente media de este último tramo es de 4 grados.
Sendero IX:
Caldera de Los Marteles - Valsequillo
Ficha Técnica
Longitud total / duración de la marcha: 8,3 kilómetros / 4 horas, 15 minutos
Desnivel origen / destino: 948 metros
Desnivel máximo: 1.002 metros
Pendiente:
media: 5 grados
mínima: 3 grados
máxima: 7 grados
Firme:
sendero: 3 kilómetros
pista: 2,1 kilómetros
asfalto: 3,2 kilómetros
Dificultad: baja
Precauciones: desprendimientos, barranqueras y nieve ocasional en invierno.
Descripción General
El camino se inicia sobre la pared norte de la Caldera de Los Marteles, a la vista de los cultivos tradicionales de su fondo. Es camino de gran variedad litológica, con muestras de los ciclos eruptivos segundo y tercero, y de materiales sedimentarios. En el primer tramo domina el ciclo Roque Nublo, con lavas y piroclastos basálticos e intrusiones fonolíticas. Coincide con los grandes escarpes de las paredes de la Caldera de Tenteniguada, que describen un amplio semicírculo abierto al Noreste. En las partes más altas de esta gran depresión erosiva destacan los roques fonolíticos pliocenos de Tenteniguada, Roque Grande y del Saucillo. A los pies de las paredes de la caldera aparecen potentes coluviones cuaternarios. En la parte baja, en los Llanos de Valsequillo, la pendiente se suaviza gracias al relleno parcial de coladas más recientes sobre los antiguos cauces. Las coladas fueron nuevamente seccionadas por la actual red de drenaje, conformando en muchos casos resaltes de terrazas lávicas y rampas de valle.
El fuerte contraste pluviométrico entre la cumbre y Valsequillo es, tal vez, el rasgo climático más destacado; se pasa de los 950 a los 450 mm. en apenas 5 kilómetros. La orientación hacia el Este hace que sólo le afecte ocasionalmente el mar de nubes, especialmente en el sector cumbrero, con lo que la humedad es menor. Las temperaturas son suaves, aunque en invierno puede caer nieve en las partes más elevadas.
La fertilidad del valle agrícola determina la densidad de poblamiento. La población, desde fechas muy tempranas, avanzó desde el núcleo de Telde por el valle de San Miguel, donde se establecen los pueblos de Valsequillo y Tenteniguada. La antropización del espacio relegó la vegetación natural a las partes altas, donde domina el pinar, y más abajo el matorral de retama, escobón y codeso.
Descripción del recorrido
Tramo IX-A: Caldera de Los Marteles - El Rincón de Tenteniguada
(2,9 kilómetros / 2 horas)
El tramo comienza en el borde septentrional de la Caldera de Los Marteles, y baja hacia el Rincón de Tenteniguada desde la cabecera del Barranco de La Capellanía, por una pequeña pista forestal de 800 metros de longitud. Las retamas han recolonizado antiguas zonas de cultivos, principalmente de cereales. Las Cuevas del Salviar, prehistóricas, que permanecieron habitadas hasta los años 50 y hoy se encuentran abandonadas, son testigos de lo que en su día constituyó el "granero cumbrero", donde fue también importante la ganadería. Desde este lugar se divisa gran parte del tramo superior del camino con el Roque Grande, denominado asimismo Roque de los Benitez, a la izquierda.
A los 1.465 metros del comienzo, en una estrecha franja, aparecen tabaibas de gran envergadura. Helechos y maljuradas se dejan ver entre el retamar, a medida que se desciende. Al final de la pista el risco rezuma humedad. Desde aquí parte el sendero que, tras recorrer 2.150 metros, llega a El Rincón. Los primeros 500 metros del sendero discurren por una de las cabeceras del Barranco de La Capellanía, donde hay un naciente. Abunda la vegetación umbrófila: junto a algunos nogales y castaños, conviven mimbreras y juncos favorecidos por la riqueza del acuífero.
Al llegar a la degollada de la Era Blanca se abre una amplia panorámica sobre la Vega de Valsequillo, Tenteniguada y el amplio perfil costero del Noreste, Las Palmas de Gran Canaria y Telde. También se ven el Pico de Osorio, la Montaña de Arucas y Bandama.
El camino desciende rápidamente hacia El Rincón con una pendiente más acusada, superior a 7 grados, que puede llegar a los 13. Tras adentrarse en el Barranco de Quevedo, desciende por el Lomo del Pleito, densamente poblado de retamas y codesos de gran envergadura, dejando a la espalda los Roques de Tenteniguada, dos moles de culminan a 1.460 y 1.507 metros, localizadas en plena cabecera de la Caldera de Tenteniguada de altura superior a los 160 metros desde su base. Datan de las etapas finales del ciclo Roque Nublo, durante el Plioceno, es decir, de hace unos 3,5 millones de años. Tienen forma en planta arriñonada, con su dimensión mayor en sentido Norte-Sur (400 metros) y una anchura en sentido Este-Oeste de 200 metros. Desde la Cruz del Saucillo y el Roque del Saucillo, otros dos pitones cercanos, contemporáneos y de idéntica naturaleza, localizados hacia el Noroeste, hay una impresionante vista de los roques de Tenteniguada.
Tramo IX-B: El Rincón de Tenteniguada - Tenteniguada.
(2,3 kilómetros / 45 minutos)
Comienza al final del Lomo del Pleito y continúa hacia El Rincón, para finalizar en el casco de Tenteniguada. Predominan las pistas y las carreteras vecinales, con pendiente media de 5 grados, que atraviesan el pago. A excepción de unos 90 metros de tierra, la totalidad del tramo va por pista asfaltada.
El barrio de El Rincón, a la sombra de los grandes pitones, presenta un hábitat disperso, con abundantes edificaciones modernas. Este es el dominio de los almendros, cuya floración, a finales del invierno, confiere al paisaje un aspecto mágico.
Tramo IX-C: Tenteniguada - Valsequillo
(3,1 kilómetros / 1 hora, 30 minutos)
Atravesando el núcleo de Tenteniguada se coge el Camino de Las Casillas, tras recorrer 1.300 metros de asfalto flanqueados de viviendas en los primeros 400 metros. Luego siguen terrenos llanos, muy aptos para el cultivo, y abundantes eucaliptos. A la derecha queda el Barranco de La Plata. Al final de la carretera hay algunas casas típicas abandonadas.
Los terrenos de labor, dada la existencia de agua y la escasa pendiente, están en explotación. El acceso por carreteras es bueno, y la zona es un ejemplo característico de agricultura a tiempo parcial, de vecinos que residen en el municipio sólo los fines de semana, y donde el ocio y la actividad económica se complementan.
Una vez rebasado el Llano de Las Casillas, el camino toma una pendiente moderada, con un largo tramo de empedrado tradicional, que conduce al cauce del Barranco de La Plata. Es, sin duda, el tramo de camino mejor conservado de toda la ruta. A continuación, una pista estrecha ocupa el antiguo sendero cruzando el pequeño barrio de El Colmenar de Arriba hasta el viejo molino, junto al puente del Barranco de San Miguel, con una pendiente media aproximada de 4 grados. Alcanzamos, pues, la última etapa del itinerario cruzando el cauce del barranco y ascendiendo por su margen izquierda para entrar en la plaza del casco antiguo de Valsequillo.
Sendero X:
La Calderilla - Santa Lucía
Ficha Técnica
Longitud total / duración de la marcha: 10,2 kilómetros / 2 horas, 45 minutos
Desnivel origen / destino: 1.004 metros
Desnivel máximo: 1.009 metros
Pendiente:
media: 5 grados
mínima: 3 grados
máxima: 12 grados
Firme:
sendero: 6,7 kilómetros
pista: 3,4 kilómetros
asfalto: 0,1 kilómetros
Dificultad: alta
Precauciones: fuertes pendientes y firme resbaladizo.
Descripción General
El camino comienza en la base del cono volcánico de la Calderilla, que forma, con la Caldera de Los Marteles, apenas a 1.000 metros de distancia, una alineación del último ciclo de actividad volcánica de la Isla.
El tramo inicial va por un ámplio interfluvio, Mesa de las Vacas-Sepultura del Gigante, donde se observan pequeñas pinadas y vegetación cumbrera de retamas y codesos. Los efectos de la erosión son claros. En los alrededores de la Montaña del Cardón, y bordeando el Barranco de la Cagarruta, o de la Sepultura, las rocas muestran el lavado perfecto de la escorrentía. Éstas, al producirse sobre un sustrato de capas ipermeables y plásticas muy fracturadas, pueden provocar corrimientos, como sucediera en Rosiana (pago de Santa Lucía) en 1.956: llovió durante cinco días, y el martes de Carnaval corrieron todos los barrancos, de pronto comenzaron a abrirse grietas en el suelo mientras caía el agua a mares, y hubo que practicar desalojos de personas, ganados y enseres domésticos. La capacidad erosiva se pone de manifiesto, al descender a Taidía, a la altura de la Degollada del Morisco, el pitón fonolítico de Risco Blanco y las escarpadas paredes excavadas en las brechas y lavas del ciclo Roque Nublo que forman el arco de la Caldera.
A medida que se desciende, se manifiestan las características climáticas del Sur isleño: elevada insolación, altas temperaturas y baja humedad del aire durante la mayor parte del año. La vegetación es pobre, formada por matorrales xerófilos de escaso porte.
El camino posee notable importancia histórica; por él se iba a los pueblos del interior, como San Mateo y Teror, o a los de la fachada este, como Valsequillo o Telde. Se usaba para intercambios comerciales o con fines religiosos.
Descripción del recorrido
Tramo X-A: La Calderilla - Sepultura del Gigante
(3,3 kilómetros / 45 minutos)
El primer tramo, que discurre en su totalidad por pista de tierra, parte de Los Cascajales, donde hay una finca de frutales con un pozo. Los Cascajales está cerca de La Calderilla, volcán de origen freatomagmático, de fondo plano, con 200 metros de diámetro y 60 de profundidad. La vegetación, muy alterada, incluye frutales, en especial manzanos, perales y almendros, y también hay cereales. Los eucaliptos y los cipreses conviven con un matorral de codesos, escobones y retamas amarillas. Abundan asimismo los alhelíes, la salvia blanca y las magarzas.
La pista, en buen estado, avanza por una pendiente de aproximadamente 3 grados, entre pinares y vegetación de cumbre, dejando a la derecha el Lomo de Enmedio y la Mesa de Las Vacas, adonde subían a las reses en busca de pastos. A 1.150 metros del inicio del tramo hay un pozo y, al final, restos de un antiguo corral, vestigio de la actividad ganadera en aquellos parajes. En la Mesa de Las Vacas está la Cruz del Socorro, o Cruz de la Raya, confluencia de los límites municipales de Valsequillo, San Bartolomé de Tirajana, Santan Lucía y Agüimes. En los alrededores se hallan los últimos pinos carrascos, que ceden ante el retamar con el que conviven tabaibas, verodes y hierba puntera.
Desde la Degollada del Viento hay una magnífica panorámica de la Caldera de Tirajana. La Caldera es producto de la penetración de barrancos de gran envergadura, como el de Tirajana mismo, en el macizo central de la Isla. También se aprecia desde aquí la rampa fonolítica de Amurga, desde el que se ve el amplio paredón que domina el cauce medio del barranco. El núcleo de Santa Lucía, sobre basaltos recientes, y San Bartolomé, sobre terrenos más antiguos, y lugares como Taidía, Rosiana, Agualatente, etcétera, completan la extraordinaria visión de esta comarca.
Tramo X-B: Sepultura del Gigante - Altos de Taidía
(4,0 kilómetros / 30 minutos)
El tramo se inicia en la Degollada del Viento, en las inmediaciones de la Sepultura del Gigante. Consta de dos subtramos bien diferenciados por su paisaje, el tipo de sustrato y su pendiente.
A partir de un pequeño andén y hasta la Montaña del Cardón, el primer subtramo discurre sobre una superficie rocosa muy lavada por el agua, que da al paisaje gran interés. Destacan en la vegetación, además del retamar, marrubios, balillos, ratoneras y vinagreras. El camino, siguiendo la margen derecha del Barranco de La Cagarruta, bordea la Montaña del Cardón con una pendiente moderada, de 7 grados, antes de iniciar el segundo subtramo, con numerosas revueltas. La pendiente se hace más acusada a la vista de una buena porción de la Caldera de Tirajana y, en la parte baja, el Risco Blanco, denominado así por su coloración clara. Este impresionante pitón fonolítico está en la pared noreste del escarpe erosivo de la Caldera de Tirajana, y tiene 400 metros de alto y unos 600 de base. Presenta paredes escarpadas, casi verticales, con numerosas diaclasas que convergen hacia la parte culminante. Se halla salpicado de viejos ejemplares de pino canario. Su edad, 3,7 millones de años, lo hace contemporáneo de los estadios finales de actividad del segundo ciclo volcánico. El pitón se inserta en otros materiales del mismo ciclo (lavas y brechas volcánicas Roque Nublo), deformándolos y combándolos hacia arriba en la zona de contacto.
El camino, que actúa como lindero de los campos de cultivo abandonados, comienza a descender entre muros por las denominandas Vueltas de Taidía, para finalizar en la trasera de una casa y una pista de reciente construcción.
Tramo X-C: Altos de Taidía - Santa Lucía
(2,9 kilómetros / 1 hora, 30 minutos)
A partir de los Altos de Taidía, el sendero tiene un firme de cemento en sus primeros metros, y pasa entre casas y campos de cultivo hacia el fondo del barranco, donde coge la pista de Taidía. Después, el sendero prosigue bordeando fincas, invernaderos y estanques antes de abrirse en dirección a Santa Lucía por el camino denominado "fiallo", que avanza sobre lomos salpicados de viviendas agrícolas y corrales de los pastores que aún permanecen en el oficio.
La pendiente se suaviza tanto respecto al tramo anterior que ni se nota la mayor parte del camino, aunque en los últimos 250 metros alcanza los 15 grados. La pendiente media de todo el tramo es de unos 4 grados.
Taidía es un pequeño y pintoresco pueblo agrícola en regresión, de rica vega y hermoso palmeral en el que se conservan algunos olivos. Las viviendas de segunda residencia aparecen junto a las antiguas casas. Fue lugar destacado de la artesanía de la pita, que producía sogas, cuerdas, hilos, coyundas para enyugar a las vacas y tajarrias con que sostener las albardas de las bestias.
Ya en las inmediaciones de Santa Lucía, "el valle", como lo llaman los lugareños, se aúna la belleza de la arquitectura tradicional y el palmeral, a modo de gran oasis, en excelente estado de conservación y de los más representativos del Archipiélago. La ruta acaba en la trasera de la iglesia del pueblo. En sus proximidades se emplaza el albergue de acogida a caminantes.
Sendero XI:
Llanos del Garañón - Maspalomas
Ficha Técnica
Longitud total / duración de la marcha: 49 kilómetros / 14 horas
Desnivel origen / destino: 1.665 metros
Desnivel máximo: 1.709 metros
Pendiente:
media: 5 grados
mínima: 0 grados
máxima: 8 grados
Firme:
sendero: 13 kilómetros
pista: 23,4 kilómetros
asfalto: 12,6 kilómetros
Dificultad: baja
Precauciones: desprendimientos, firme resbaladizo, nieve ocasional en invierno y cruces de carreteras.
Descripción General
Es el camino más largo de la red de senderos, con casi 50 kilómetros de longitud. Va de cumbre a costa sobre la vertiente meridional, por paisajes agrestes y deshabitados y parajes de alto valor ecológico. En la zona cumbrera atraviesa lavas del tercer ciclo magmático y brechas aglomeráticas Roque Nublo. Las vistas son espectaculares, especialmente el la plataforma de Pargana y a partir del Morro de la Cruz Grande. Dentro ya de la Cuenca de Ayagaures, el camino discurre sobre fonolitas y traquitas ignimbríticas, cubiertas en algunas áreas por depósitos de deslizamiento. Ayagaures presenta un relieve muy abrupto, de profundos barrancos y estrechos interfluvios en forma de pequeñas rampas, cuchillos y morros. Los interfluvios señalan una antigua estructura en rampa, hoy desmantelada. El Barranco de la Data-Maspalomas, por el que discurre el camino, es el más importante de la cuenca, y separa la Rampa de Santidad, a la derecha, del complejo rampa-cuchillo de Cumbre de Trujillo. En la desembocadura del Barranco se localizan diversos sedimentos eolo-aluviales (terrazas aluviales, arenas y aluviones holocenos), entre los que destaca el complejo dunar de Maspalomas.
El clima en los primeros tramos es el propio de las cumbres isleñas, para hacerse más árido desde que el sendero coge el Barranco de la Data-Maspalomas, donde durante la mayor parte del año no se producen precipitaciones, aunque sí fuertes lluvias asociadas a borrascas del frente polar, que descargan en pocas horas gran cantidad de agua y hacen muy peligroso el camino en estas circunstancias.
El pinar de repoblación domina gran parte del primer tramo, con sotobosque de retama amarilla y codeso. A medida que se desciende aparecen el taginaste negro, el cardo cristo y las tabaibas. Poco antes de abandonar la cumbre, dominan ya los pastizales y el matorral.
Dentro de la Cuenca de Ayagaures se desarrolla un pinar de repoblación de exposición sur, de los más representativos y mejor conservados de Gran Canaria. El pinar crece sobre coluviones recientes y depósitos de deslizamientos gravitacionales del Plioceno, típicos de este sector, ubicados en el fondo de la cuenca. Cierra el conjunto un paisaje de rocas ácidas del Mioceno, con relieves culminantes como Montaña Negra, Morro de la Hierba Huerto, Morro de la Cruz Grande y Morro de las Vacas.
Desde Las Tederas, la vegetación se vuelve progresivamente xérica, y se percibe paulatinamente un cambio en el paisaje vegetal. El pinar queda atrás, y aparece una vegetación arbustiva de taginastes, verodes, tederas y tabaibas, entre otras, además de un espléndido palmeral. El espacio está ahora más antropizado, con almendros y parcelas de cultivo.
La ruta, posible continuación del Sendero IV (Moriscos-Guía-Gáldar), tiene el interés de ser nexo entre el Norte y la cumbre de la Isla y el centro turístico de Maspalomas. Además, comunica con San Bartolomé de Tirajana, núcleo de gran interés histórico, artístico y etnográfico. A diferencia de los caminos del Norte, en el de Ayagaures la componente física del territorio predomina sobre la ocupación humana. Por un lado, la Caldera de Tirajana, la cabecera del Barranco de Chira y la Cuenca de Ayagaures son valiosos ejemplos geológico-morfológicos y paisajísticos que realzan el encanto e interés del sendero. Por otro, las urbanizaciones turísticas (Maspalomas o Monteleón) y los caseríos tradicionales (Las Tederas, Ayagaures Alto, Casas del Taginastal) señalan la impronta humana.
En difinitiva, es ruta fácil de andar, a pesar del marcado desnivel, y cuenta con notables valores paisajísticos y etnográficos.
Descripción del recorrido
Tramo XI-A: Llanos del Garañón - Degollada de la Cruz Grande
(5,6 kilómetros / 2 horas, 30 minutos)
Se inicia en los Llanos del Garañón, en las cercanías del Campamento del mismo nombre. Desde aquí el sendero discurre por las proximidades de una pista que conecta, el el Barranco de los Hornos, con la carretera que va de Las Mesas a Ayacata. Tras unos 455 metros de carretera, en el Barranquillo de Juan Francés, el sendero continúa en ascenso hacia la Degollada de los Hornos, en la Mesa de Pargana, desde la que hay una amplia panorámica de la cumbre central, con el Pico de las Nieves, Moriscos, Roque Nublo y la Presa de los Hornos. El descenso, sobre la margen derecha de la cañada de las Cuevas de Pargana, permite observar la peculiar morfología de La Agujereada, que, como su nombre indica, es un conjunto formado por agujeros y cuevas naturales excavados en la brecha volcánica. Si nos desviamos al Alto de las Fuentecillas, aparecen enfrente los famosos riscos de La Librería, en Ayacata, y una amplia vista del Suroeste de la Isla.
El sendero conduce luego al Llano de Pargana, donde comienza el descenso a la Degollada de la Cruz Grande, junto a dos pequeñas presas (conocidas como las presas de Cho Flores) colgadas en los riscos, aproximadamente a 1.545 metros. Desde aquí se divisa toda la cuenca del Barranco de Chira. Una vez atravesados los andenes que forman la base del risco y el estrecho cuchillo que separa la Caldera de Tirajana del Barranco de Chira, el sendero alcanza la Degollada de la Cruz Grande, donde finaliza el primer tramo.
La vegetación está marcada por el pinar, a excepción de algunos afloramientos de roca madre que se resisten a la colonización vegetal. La abundancia de pastizales es significativa de la tradición pastoril de la zona, en retroceso por las reforestaciones iniciadas en la década de los sesenta.
Numerosos topónimos, con referencia a "llanos" y "tableros", por ejemplo, indican la escasa pendiente del tramo, con la excepción del descenso a la Degollada de la Cruz Grande, donde se superan los 20 grados.
Tramo XI-B: Degollada de la Cruz Grande - Degollada de la Manzanilla
(6,8 kilómetros / 1 hora, 30 minutos)
Desde la Cruz Grande, el sendero sigue la pista forestal de la cabecera del Barranco de Chira, para internarse después en el pinar de Ayagaures y su cuenca, por la Degollada del Dinero, punto en que conecta con el Sendero XV (Camino de Las Presas). Bordeando los relieves culminantes del Morro de la Cruz Grande y del Morro de las Vacas, llega el camino a la Degollada de la Manzanilla, después de descender ligeramente, con una pendiente de 4 grados. El suave discurrir por la cabecera de la cuenca permite contemplar el pinar a vista de pájaro, y la ladera oriental de la Rampa de Santidad coronada en el Morro de la Hierba Huerto.
El paso entre los pinos canarios, la belleza del relieve y las panorámicas de la cuenca y de las Rampas de Santidad al fondo, son los valores más destacables del tramo.
Alternativa: Degollada de la Cruz Grande - San Bartolomé - Degollada de la Manzanilla
(6,8 kilómetros / 2 horas)
Alternativa a la ruta anterior es el descenso a San Bartolomé de Tirajana. El camino recorre 3,5 kilómetros de la vertiente oriental del Morro de la Cruz Grande, y después se abandona, o bien se asciende por el Camino del Pinar, una pista de 3,3 kilómetros con una pendiente media de 7 grados, que conecta de nuevo con el camino en la Degollada de la Manzanilla. La bajada a Tunte se realiza a través de un pinar que ralea a medida que nos aproximamos al pueblo, y va siendo sustituido progresivamente por el paisaje agrícola. En el ascenso a la Degollada de La Manzanilla hay algunos ejemplares de pinos jóvenes aislados, rodeados por un matorral, en general denso, de jaras, escobones, vinagreras, pitas, etcétera. Los almendros cubren los taludes sobre los que se camina desde el pueblo hasta la Degollada.
Tramo XI-C: Degollada de la Manzanilla - Las Tederas
(5 kilómetros / 2 horas)
Desde esta atalaya se divisan, al Oeste, el Pinar de Ayagaures, el Morro de la Hierba Huerto y las Rampas de Santidad, que dibujan el paisaje agreste y enérgico de la ruta. Al Este, las panorámicas del Barranco de Fataga, paredes orientales de la Caldera de Tirajana, donde se localiza Santan Lucía, y las cumbres del Macizo de Amurga, que dibuja un gran triángulo entre los barrancos de Tirajana y Fataga. Está formado casi íntegramente por coladas fonolíticas del primer ciclo. Este vasto territorio, prácticamente despoblado y deforestado, constituye un plano inclinado descendente hacia el mar desde el vértice superior. Sus vertientes laterales, formadas por fuertes escarpes generados por la acción erosiva de los barrancos, destacan y aíslan el conjunto de su entorno inmediato. En su parte más alta sobresalen la Montaña de Amurga, la Montaña de La Garita y el Roque Almeida. Desde la primera, y en dirección Norte, parte el cuchillo de Lomo del Pajarcillo, una estrecha cresta.
A 650 metros de la pista que sale de la Degollada hacia la cabecera de los barrancos de Vicente y de Vicentillos, en las cercanías del Pino de La Lajilla, se inicia el sendero que desciende hasta las Tederas. El comienzo es zigzagueante, entre un pinar de características xéricas sobre un gran depósito de coluviones. En algunos sectores se cruza con otros senderos que conducen a la pista de Montaña Negra, que se atraviesa para continuar el descenso. Antes de llegar a la Cruz de Umbría, puede observarse el llamado Pino de Pilancones, uno de los más antiguos de la Isla (hay quien le atribuye 500 años), con 50 metros de altura y 5 de perímetro. Parte de su tronco está quemado, a causa de una imprudente hoguera encendida en un hueco del mismo.
Ya en la Cruz, unos metros más adelante, se divisa por vez primera el caserío de Las Tederas, al que se llega por un camino estrecho entre un matorral antropizado y algunos frutales. Aunque el núcleo no es muy grande y está la mayor parte del año deshabitado, guarda el encanto de los pequeños pueblos tradicionales, tanto por su arquitectura popular como por su localización en la vertiente de solana del Barranco, entre un palmeral. El pago es exponente de los valores típicos de la arquitectura rural, con algunas casas del siglo XVIII: tejados a dos aguas, balconadas, eras abandonadas, etcétera. A la altura de las primeras casas hay nacientes de agua potable.
Tramo XI-D: Las Tederas - Ayagaures
(6,8 kilómetros / 1 hora, 30 minutos)
Saliendo de Las Tederas, el camino se convierte en pista, al otro lado del barranco. En su primer tramo ésta es de propiedad privada, aunque generalmente está abierto al uso público. El camino discurre por la margen derecha del Barranco y llega hasta las presas de la Gambuesa y Ayagaures, donde finaliza el tramo. A pesar de ser una pista, vale la pena, por el marco incomparable en que se encuadra.
A lo largo del recorrido se aprecia el paisaje creado por el campesino en torno a los barrancos del Sur. Destacan los restos de palmerales, a los que se asocian los caseríos del Taginastal y de Ayagaures Alto, rodeados de parcelas de cultivo, muchas de ellas abandonadas, y las peculiares vistas de los dos embalses, enmarcados por las acusadas vertientes de las laderas del Barranco de la Data, que culminan en espectaculares cuchillos.
Tramo XI-E: Ayagaures - Maspalomas
(18 kilómetros / 4 horas, 30 minutos)
Este último tramo comienza en una pista que arranca de Ayagaures y asciende al Paso de los Palmitos, en las proximidades de Monteleón. Acompañan el ascenso excelentes panorámicas de la cuenca del Barranco de la Data. En el Paso de los Palmitos, divisoria del Barranco de la Data y el del Palmito, nos encontramos sobre Palmitos Park. Luego se bordea el Morro de Monteleón hasta llegar a la entrada de la urbanización que adoptó su nombre. Ya por asfalto, y siguendo la divisoria de los barrancos de la Data y de Chamoriscán, está el caserio de la Montaña de la Data, desde el que se desciende al fondo del Barranco de Chamoriscán. A partir de aquí, el cruce del barrio de El Tablero, las Oficinas Municipales y la Avenida de Europa, que conduce al Faro de Maspalomas. El Faro tiene 56 metros de altura y entró en servicio en 1.890. El campo de dunas de Maspalomas, junto con "la charca" y el palmeral, conforman un conjunto natural y paisajístico único en el Archipiélago Canaria, declarado en 1.987 Paraje Natural de Interés Nacional.
Este sistema dunar, de edad holocena, se asienta sobre el gran abanico aluvial de la desembocadura de los barrancos de Fataga-La Data. Las arenas, doradas y finas, son restos calcáreos marinos de origen orgánico. Las dunas, formadas a partir de un suministro abundante de sedimentos y de acciones hidrodinámicas y eólicas, conforman un extenso campo de unos 4 kilómetros cuadrados. La vegetación se halla perfectamente adaptada al sustrato arenoso. Destacan los bosquetes de tarahales, diversas comunidades propias de arenas (vegetación psamófila) y el denso palmeral, formado por palmas canarias y datileras. La "Charca" constituye otro enclave de altísimo valor ecológico y paisajístico a añadir a todo este singular y extraordinario conjunto.